Las ventanas de PVC han ganado mercado en el mundo desplazando a las alternativas tradicionales debido a sus numerosas ventajas, como su durabilidad, bajo mantenimiento y excelente capacidad de aislamiento térmico y acústico. Sin embargo, el PVC, a pesar de ser un material resistente, no tiene la suficiente rigidez estructural para soportar las cargas dinámicas y estáticas a las que pueden estar expuestas las ventanas, especialmente en tamaños grandes o en condiciones climáticas extremas. Es por eso que estos sistemas utilizan refuerzos de acero al interior de los perfiles de PVC, proporcionando una mayor resistencia y estabilidad a las ventanas.
Los refuerzos de acero en las ventanas de PVC se integran en las cámaras interiores. dentro del perfil de la ventana. Estos refuerzos están diseñados específicamente para mejorar la resistencia estructural de la ventana, permitiéndole soportar las fuerzas externas como el viento, la presión del aire o los cambios de temperatura, que podrían deformar el perfil de PVC si no contara con un refuerzo adecuado. La combinación de PVC y acero crea un sistema robusto, aislado y oculto que no modifica la estética de la ventana y es altamente funcional.
La instalación de refuerzos de acero también permite que las ventanas de PVC sean fabricadas en tamaños más grandes sin comprometer su estabilidad. En edificios modernos, donde las ventanas panorámicas o de gran formato son cada vez más comunes, la capacidad de reforzar el PVC con acero ha permitido que los arquitectos y diseñadores utilicen estas ventanas sin preocuparse por su resistencia estructural. Sin el refuerzo de acero, el PVC por sí solo no podría soportar el peso y la tensión que generan las grandes superficies acristaladas.
El acero utilizado en estos refuerzos es un material galvanizado, lo que lo hace resistente a la corrosión y garantiza su durabilidad a lo largo del tiempo. Sin este revestimiento anticorrosivo, los refuerzos de acero podrían oxidarse y debilitarse, comprometiendo la integridad de la ventana. Por lo tanto, el proceso de galvanizado es esencial para asegurar la vida útil prolongada de la ventana de PVC.
Dado que las ventanas a menudo representan puntos vulnerables en la seguridad de un hogar o edificio, es fundamental que sean lo suficientemente resistentes para evitar que puedan ser forzadas o abiertas con facilidad. El acero dentro del perfil aumenta considerablemente la dificultad para que una ventana sea forzada desde el exterior, lo que disuade a los posibles intrusos y proporciona mayor tranquilidad a los propietarios. Además de ello, también ayudan a mantener la integridad dimensional de las ventanas de PVC.
Con el tiempo, las ventanas pueden estar sujetas a deformaciones debido a la exposición prolongada al calor o al frío. El acero evita que el perfil de PVC se deforme, asegurando que la ventana conserve su forma original y siga funcionando correctamente, incluso después de muchos años de uso.
En términos de aislamiento térmico y acústico, los refuerzos de acero tienen un impacto mínimo. Aunque el acero es un conductor térmico, está completamente encapsulado dentro del perfil de PVC, lo que significa que no afecta significativamente las propiedades aislantes de la ventana. Las ventanas de PVC reforzadas con acero siguen ofreciendo excelentes niveles de eficiencia energética, que contribuirán a reducir los costos de calefacción y refrigeración al mantener una temperatura estable dentro del hogar o edificio.
Tanto el PVC como el acero son materiales reciclables, lo que favorece que las ventanas de PVC reforzadas pueden reciclarse al final de su vida útil. Esto contribuye a la economía circular y reduce el impacto ambiental de la producción y el desecho de ventanas. Además, la longevidad de estas ventanas reduce la necesidad de reemplazos frecuentes, lo que también contribuye a una menor generación de residuos.
Los fabricantes de sistemas para la fabricación de puertas y ventanas de PVC han seguido innovando para mejorar el rendimiento y la eficiencia de estos refuerzos. En algunos casos, los perfiles de acero han sido sustituidos por aluminio e incluso poliamidas para crear perfiles aún más ligeros y resistentes. También se están desarrollando nuevos diseños que optimizan la ubicación y el grosor del acero dentro del perfil, garantizando la máxima rigidez con el mínimo peso adicional.
Colaboración: AMEVEC
