La industria de la construcción, la cual nos ha permitido crecer y formar un patrimonio, experimenta un sinfín de complicaciones, siendo de las más urgentes su impacto en el medio ambiente.
Solamente en México, el 50 por ciento de las emisiones contaminantes pertenecen al sector de la construcción, según la Coordinación de Comunicación Social del Senado de la República. Con esto en mente, factores como la deforestación y maquinaria para preparar el terreno parecen saltar a nuestra mente cuando hablamos de impacto en el medio ambiente, pero uno de los más contaminantes suele pasar desapercibido.
El concreto es devastador para la atmósfera
Es preocupante que el material de construcción más utilizado en el mundo, sea también de los que más emisiones generan. Cada año se emplean 1.6 mil millones de toneladas de cemento en el mundo y para fabricar una tonelada se emite una tonelada de CO2 a la atmósfera.
El rendimiento del concreto con la virtud de la sustentabilidad
Ante esta problemática, el reto que aceptamos es buscar materiales alternativos y más amigables con el medio ambiente para la construcción. Uno de ellos, es el bambú, con ventajas destacables en comparación con sus competidores tradicionales:
-Velocidad de crecimiento. En tan solo 3 años, el bambú alcanza su estado de máxima dureza, en el que puede utilizarse como elemento estructural. Esto equivale a un rendimiento aproximado de 3.3 veces el de la madera.
-Facilidad de propagación. Esta planta es abundante y crece en casi todos los continentes con excepción de Europa.
-Absorción de dióxido de carbono.
-No produce residuos.
-Su huella ecológica es considerablemente baja.
-Su resistencia a la tracción es equiparable al acero, mientras que su compresión es similar al del concreto.
Siempre hay pros y contras
Teniendo en mente los beneficios, parecería que el bambú es la repuesta a todas las necesidades de la industria, sin embargo, cuenta con una importante desventaja. Al tratarse de un material heterogéneo, existen dificultades para la implementación en obra a nivel de cálculo, sobre todo, para cumplir con las normativas de cada región.
Necesitas un calculista experto
Los retos de utilizar bambú no deberían descartar por completo la posibilidad de implementar este material en construcciones, en favor de asumir mejores compromisos con el medio ambiente. Lo que resulta crucial es encontrar a un proveedor profesional. Un calculista capacitado para trabajar este material, con la suficiente experiencia para adaptarlo a tu proyecto.
En GIEE somos especialistas en la implementación de materiales especiales, es decir, cualquiera que salga del convencional acero y concreto, por ejemplo, el bambú. Tenemos amplia experiencia calculando y dibujando proyectos de cubiertas, estructuras, y hasta viviendas hechas de este material, con un impacto positivo tanto en ecología, como en la economía de los inversores.
Si quieres conocer más de nuestro trabajo, o tienes interés en la construcción con materiales sustentables, contáctanos.
Colaboración: Juan José Ramírez, M.I. Fundador y Director de Hyparch y GIEE