La construcción industrializada en madera ha revolucionado la forma en que diseñamos y construimos fachadas y cerramientos arquitectónicos, ofreciendo soluciones sostenibles, eficientes y estéticamente atractivas. Gracias a su precisión en fabricación, permite crear fachadas con acabados de alta calidad y detalles complejos que antes eran difíciles de lograr con métodos tradicionales.

Este tipo de construcción facilita la integración de paneles de madera prefabricados que cumplen con altos estándares de rendimiento, reduciendo los tiempos de instalación y garantizando una mayor calidad en el resultado final que nos ofrece una versatilidad estética notable, permitiendo diseños modernos, cálidos y naturales que se adaptan a diferentes estilos arquitectónicos. La prefabricación asegura que cada elemento sea preciso, lo que facilita la creación de fachadas con patrones, texturas y acabados personalizados.
La construcción en madera contribuye a la sostenibilidad del proyecto, ya que es un material renovable y con menor huella de carbono en comparación con otros materiales tradicionales como el acero o el concreto. La fabricación industrializada optimiza el uso de recursos, minimizando desperdicios y permitiendo una gestión eficiente de los materiales utilizados en fachadas y cerramientos. Los avances en tratamientos y protección de la madera han permitido que los cerramientos arquitectónicos en madera industrializada sean resistentes a las condiciones climáticas adversas, como la humedad, plagas y cambios de temperatura. La producción en fábrica garantiza que cada componente pase por controles de calidad rigurosos, asegurando su longevidad.

La integración de sistemas constructivos en madera industrializada también facilita la incorporación de elementos tecnológicos, como sistemas de ventilación, aislamiento adicional y protección solar, en las fachadas y cerramientos. Esto permite crear fachadas inteligentes y energéticamente eficientes, alineadas con las tendencias de construcción sostenible. Además, con este tipo de construcción inteligente y planificada se reducen significativamente los tiempos de obra, ya que los componentes se procesan en fábrica y se ensamblan en el sitio, minimizando la interrupción en la obra y acelerando la entrega del proyecto. Esto es especialmente beneficioso en proyectos donde el tiempo es un factor crítico.
La flexibilidad del sistema industrializado en madera permite adaptarse a diferentes tipos de cerramientos, desde fachadas ventiladas hasta sistemas de muro cortina, ofreciendo soluciones personalizadas según las necesidades del proyecto. La precisión en la fabricación también facilita la integración con otros materiales y sistemas constructivos.
Colaboración: AMEVEC