Skip to content

Editorial / Redescubriendo la madera: Una respuesta natural a los retos de la construcción sostenible

Durante décadas, la industria de la construcción fue testigo de una transformación profunda en los materiales utilizados para la fabricación de ventanas. El aluminio y el PVC, impulsados por su bajo costo, resistencia y facilidad de mantenimiento, desplazaron rápidamente a la madera, relegándola a un segundo plano. Este cambio, si bien comprensible desde la lógica de la industrialización masiva, supuso también una pérdida de contacto con uno de los materiales más nobles, versátiles y sostenibles de la historia de la arquitectura.

Hoy, en medio de una nueva conciencia ambiental global, la situación ha comenzado a cambiar. Lejos de desaparecer, el sector manufacturero de carpintería de madera ha sabido reinventarse, integrando avances tecnológicos y nuevas técnicas de tratamiento para posicionar nuevamente a este material en el mapa de la construcción contemporánea. Esta evolución no ha sido sencilla: ha requerido inversión, innovación, y sobre todo, una firme convicción de que la madera no solo tiene un lugar en el futuro, sino que puede liderarlo.

A diferencia de los materiales sintéticos, la madera ofrece cualidades que van más allá de la simple funcionalidad estructural. Su eficiencia térmica y acústica, por ejemplo, la convierte en un recurso de alto rendimiento para proyectos que buscan minimizar el consumo energético y elevar la calidad del confort interior. Estos atributos, sumados a su capacidad de captura de carbono y su carácter renovable, hacen de la madera una aliada estratégica para la construcción sustentable. Además, el avance en tratamientos naturales y procesos de estabilización ha eliminado muchos de los problemas que antes limitaban su uso, como la sensibilidad a la humedad, los insectos o la deformación. Hoy es posible contar con ventanas de madera que igualan –e incluso superan– en durabilidad a las de aluminio o PVC, pero con un impacto ambiental considerablemente menor.

Pero el verdadero valor de la madera va más allá de lo técnico. Es un material vivo, que aporta calidez, identidad y conexión con el entorno. En una época marcada por la búsqueda de bienestar, salud y contacto con la naturaleza, estos factores son cada vez más valorados tanto por arquitectos como por usuarios finales. En este contexto, no sorprende que estemos presenciando un redescubrimiento de la madera como elemento clave en la arquitectura sostenible.

El sector manufacturero en los países más desarrollados y comprometidos con el desarrollo sostenible ha respondido con determinación a este renacer. Se han optimizado procesos productivos, se ha apostado por diseños innovadores, y se han implementado sistemas de trazabilidad que garantizan el uso responsable de los recursos forestales. Este esfuerzo colectivo ha permitido no solo recuperar la confianza del mercado, sino también ganar espacios en proyectos públicos y privados que hace solo unos años parecían reservados a materiales más “modernos”.

Sin embargo, aún queda camino por recorrer. Es fundamental seguir fortaleciendo la comunicación de las ventajas reales de la madera frente a alternativas no renovables. También es necesario que los marcos normativos y los incentivos estatales acompañen esta transición hacia un modelo de construcción más verde, donde lo natural, lo eficiente y lo duradero vayan de la mano.

Las áreas de oportunidad para la madera se han vuelto a abrir, y esta vez no se trata solo de una elección estética, sino de una decisión ética, ambiental y funcional. En un mundo que exige coherencia entre discurso y acción, apostar por la madera tratada y certificada en aplicaciones como las aberturas es una forma concreta de avanzar hacia edificaciones más humanas, responsables y sostenibles.

No se trata de volver al pasado, sino de proyectar un futuro donde los materiales tradicionales, reinterpretados bajo los estándares de la innovación y la sostenibilidad, puedan ofrecer soluciones integrales y profundamente actuales. Y en ese futuro, sin duda, la madera tiene mucho que decir.

Jose Manuel Barceló
Presidente AMEVEC

Comparte este artículo:
Artículo publicado en
Edición 47
ElCerramiento-47-PORTADA

Contenido de esta edición

¿Un mundo de madera?
GRUPO TUROMAS inaugura nueva delegación en CIUDAD DE MÉXICO
Construcción industrializada en madera
Aventa Windows, primera marca mexicana en obtener una certificación de producto Passivhaus
Madera quemada, una tendencia en el diseño de fachadas
Fachadas de madera: una elección sustentable para construir con conciencia
Fachadas de bambú: bioarquitectura con identidad y propósito
TORINCO, especialistas en carpintería de madera para exterior
Nuevos tratamientos que prolongan la exposición exterior de la madera