La protección solar desempeña un papel fundamental en la arquitectura bioclimática, ya que busca maximizar el confort térmico y reducir la demanda energética de los edificios mediante la regulación de la radiación solar directa sobre las superficies de vidrio y las partes más expuestas de la envolvente a los efectos del sobrecalentamiento.
Estas son algunas de las estrategias de protección solar utilizadas en la arquitectura bioclimática:
Orientación y disposición
La orientación de un edificio en relación con la trayectoria del sol es esencial. Diseñar ventanas y aberturas principales hacia el sur para aprovechar la luz y el calor solar durante el invierno, y minimizar las aberturas hacia el este y oeste para evitar el sobrecalentamiento en verano.
Proyecciones y aleros
Se pueden utilizar aleros y proyecciones en techos o ventanas para bloquear la luz solar directa en verano mientras se permite su entrada en invierno. Esto proporciona sombra durante las horas más calurosas del día.
Persianas Exteriores
Las persianas exteriores, como las persianas enrollables o las venecianas orientables, son efectivas para controlar la cantidad de luz y calor solar que ingresa a un edificio. Se pueden ajustar según las necesidades de cada estación.
Fachadas de control solar
Las fachadas de control solar son sistemas arquitectónicos diseñados para gestionar de manera eficiente la radiación solar que incide sobre un edificio. Estos sistemas, que pueden incluir elementos horizontales o verticales orientados conscientemente para reducir la ganancia de calor en el interior durante el verano y aprovechar la radiación solar en invierno. Al optimizar la cantidad de luz y calor que ingresa al edificio, las fachadas de control solar contribuyen al confort térmico, ahorro energético y sostenibilidad de las construcciones modernas.
Pantallas o filtros solares
Estos elementos permiten filtrar la luz solar y crear sombras sin bloquear completamente la visión al exterior. Son útiles para reducir el deslumbramiento y el calentamiento excesivo de puertas y ventanas.
Toldos y palillerias
Los toldos retráctiles exteriores pueden extenderse o retraerse según las condiciones climáticas. Son ideales para ajustar la protección solar de manera dinámica.
Control Automatizado
Los sistemas de control automatizado, como sensores solares y sistemas de gestión de energía, pueden ajustar automáticamente la protección solar, al operar de forma inteligente los sistemas dinámicos de protección solar instalados en el proyecto y la iluminación artificial según las condiciones climáticas y la posición del sol.
Ventanas de alta eficiencia energética
La elección de vidrios de alta eficiencia energética con propiedades de control solar, como vidrio bajo emisivo y vidrio con capas selectivas, ayuda a minimizar la ganancia de calor en verano y la pérdida de calor en invierno.
Unidades de vidrio aislante (UVA)
Los vidrios dobles o triples con espacios de aire o gas entre ellos proporcionan un mayor aislamiento térmico y acústico, lo que contribuye al confort térmico.
Películas de control solar
Estas películas, aplicadas en los vidrios de puertas, ventanas y fachadas, pueden reducir la ganancia de calor en verano al bloquear los rayos solares y, al mismo tiempo, permiten la entrada de luz natural. Esto ayuda a mantener un ambiente interior confortable y a reducir la necesidad de enfriamiento artificial.
Materiales de construcción reflectantes
Utilizar materiales de construcción con superficies reflectantes en techos y fachadas puede reducir la absorción de calor y mantener temperaturas más frescas en el interior.
Vegetación
La vegetación, como árboles y enredaderas, puede proporcionar sombra natural y enfriar el entorno circundante. Los jardines verticales y los techos verdes también ayudan a reducir la radiación solar directa.
En la arquitectura bioclimática, la combinación de estas estrategias de protección solar puede lograr un ambiente interior confortable, reducir la demanda de energía y minimizar el impacto ambiental de los edificios. Además, estas técnicas pueden adaptarse a las condiciones climáticas locales y al diseño arquitectónico específico de cada proyecto, lo que las convierte en herramientas versátiles para la sostenibilidad en la construcción.
Colaboración: Amevec