La inteligencia artificial (IA) está transformando rápidamente el mundo en el que vivimos. Desde los asistentes virtuales hasta los vehículos autónomos, la IA está presente en casi todos los aspectos de nuestras vidas. Uno de los usos más prometedores de la IA es su capacidad para ayudar a ahorrar energía y promover la sostenibilidad.
¿Cómo puede la IA ayudar a ahorrar energía?
La IA tiene el potencial de hacer que nuestros hogares y ciudades sean más eficientes energéticamente de varias maneras:
- Optimizar el uso de la energía: Los algoritmos de IA pueden analizar datos de sensores y otras fuentes para predecir el consumo energético de un edificio con 24 horas de antelación. Esto permite a los administradores de edificios ajustar los sistemas de calefacción, refrigeración e iluminación para reducir el desperdicio de energía y ahorrar dinero en las facturas de electricidad.
- Mejora del confort de los ocupantes: Al optimizar el uso de la energía, la IA también puede garantizar que los ocupantes del edificio estén confortables cuando lo necesiten. Por ejemplo, la IA puede ajustar los sistemas de calefacción y refrigeración en función de los patrones de ocupación y las previsiones meteorológicas.
- Datos en tiempo real: La IA puede proporcionar datos en tiempo real sobre el uso energético de un edificio, lo que permite a los administradores de edificios identificar las áreas en las que se puede reducir el desperdicio de energía. Esto puede ayudar a los ocupantes del edificio a comprender la sostenibilidad de las operaciones de su edificio y tomar decisiones informadas sobre el uso de la energía.
- Sistemas autónomos de calefacción, ventilación y aire acondicionado: La IA puede utilizarse para optimizar los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC), que suelen ser los mayores consumidores de energía de un edificio. La tecnología autónoma de IA HVAC puede estudiar cómo funciona un edificio e identificar posibles oportunidades de mejora, para después optimizar el sistema del edificio y reducir el consumo de energía.
- Aprendizaje automático (machine learning): El aprendizaje automático es un tipo de IA que puede utilizarse para identificar patrones en el uso de la energía y realizar ajustes automáticos para lograr el ahorro energético deseado. Entre los métodos de aprendizaje automático más utilizados se encuentran los árboles de decisión, los bosques aleatorios y las redes neuronales wavelet.
- Detección de anomalías: La IA puede identificar patrones anormales en el consumo de energía que podrían indicar un problema, como un electrodoméstico defectuoso o una fuga de energía.
- Integración con fuentes de energía renovable: Los sistemas de IA pueden gestionar la producción y el consumo de energía renovable, como la solar o la eólica, para maximizar su uso y reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
Casos de Uso Exitosos
Varias empresas ya están utilizando la IA para ahorrar energía. Google, por ejemplo, ha utilizado su propia tecnología de IA, DeepMind, para reducir el consumo de energía en sus centros de datos en un 15%. Otras empresas, como British Gas y E. ON, ofrecen termostatos inteligentes que utilizan la IA para optimizar el uso de la calefacción y la refrigeración.
Se estima que para el año 2040 el mundo consumirá 40% más de energía, lo que supone un reto especial para países como el nuestro, en los cuales la mayor demanda ha llevado a una gran parte del sistema eléctrico a una situación extrema, y requiera no sólo su ampliación sino también su renovación.
Sin embargo, la integración de la inteligencia artificial (IA), al sector eléctrico, un proceso más conocido como Electricidad 4.0, permitirá a la sociedad en general tener un consumo más eficiente y al mismo tiempo sostenible de la energía, capaz de responder a las demandas en continuo cambio.
Finalmente, la Electricidad 4.0 abre el camino para para un mundo más amigable con el medio ambiente, puesto que tiene la facilidad de integrarse a las fuentes de energía renovables, permitiendo de esa manera una mejor eficiencia energética y al mismo tiempo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Conclusión
La inteligencia artificial tiene un gran potencial para ayudar a ahorrar energía y promover un futuro más sostenible. A medida que la tecnología continúa avanzando, es probable que veamos aún más aplicaciones innovadoras de la IA en este campo. Al adoptar estas tecnologías, podemos hacer una contribución significativa a la lucha contra el cambio climático y ayudar a asegurar un futuro sostenible para las próximas generaciones.
Colaboración: Arq. Francisco Gaytán, Foto Commo