Las fachadas ventiladas, aunque actualmente se asocian comúnmente con materiales modernos como el aluminio, la cerámica o el fibrocemento entre otros materiales, tienen sus raíces en el uso de la madera. A lo largo de la historia de la arquitectura, la madera ha sido un material de construcción fundamental debido a su disponibilidad, versatilidad y características estructurales y estéticas. En el contexto de las fachadas ventiladas, la madera desempeñó un papel crucial en los sistemas constructivos tradicionales.
En la antigüedad, muchas culturas utilizaron la madera en la construcción de sus edificaciones, y con el tiempo se desarrollaron técnicas para mejorar la eficiencia térmica y la durabilidad de las estructuras que se han aprovechado para desarrollar otros sistemas a lo largo del tiempo. A medida que la arquitectura evolucionaba, se reconocieron los beneficios de permitir la ventilación detrás de la fachada para regular la temperatura interior y proteger la estructura contra la humedad. Con el advenimiento de nuevas tecnologías y materiales en la construcción, la madera fue reemplazada en cierta medida por opciones más modernas. Sin embargo, en el siglo XXI, ha habido un resurgimiento del interés en la madera como material de construcción sostenible y renovable. En este contexto, las fachadas ventiladas de madera han experimentado un renacimiento, combinando la tradición con la innovación.
Fachadas ventiladas modernas
Las fachadas ventiladas de madera ofrecen una serie de ventajas, como su capacidad para regular la temperatura interior, mejorar la eficiencia energética y proporcionar un aspecto estético único. Además, la madera utilizada en estos sistemas puede provenir de fuentes sostenibles, lo que contribuye a la construcción ecológica y al desarrollo sostenible.
En las últimas décadas, las nuevas tecnologías aplicadas a la madera han revolucionado la forma en que se diseñan y construyen las fachadas ventiladas. Uno de los avances clave ha sido el desarrollo de tratamientos protectores y modificadores de la madera, que mejoran su resistencia al deterioro causado por factores ambientales como la humedad, los hongos y los insectos. Estos tratamientos permiten que la madera pueda ser utilizada de manera más efectiva en aplicaciones exteriores, como las fachadas ventiladas, al tiempo que prolonga su vida útil. Además, la ingeniería de la madera ha experimentado avances significativos. El uso de tecnologías como el laminado encolado y el uso de madera contralaminada ha permitido crear elementos estructurales más robustos y resistentes, lo que es crucial para las fachadas ventiladas que requieren durabilidad y estabilidad a lo largo del tiempo. Estas innovaciones tecnológicas también han ampliado las posibilidades de diseño, permitiendo la creación de formas más complejas y estructuras más eficientes.
Colaboración: Amevec