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Madera quemada, una tendencia en el diseño de fachadas

La técnica de quemar la madera, conocida como “Shou Sugi Ban” en Japón, ha resurgido como una tendencia innovadora en la arquitectura moderna para fachadas. Este método consiste en carbonizar la superficie de la madera, lo que no solo le confiere un aspecto distintivo y elegante, sino que también mejora su resistencia a la intemperie, plagas y hongos. La popularidad de esta técnica ha impulsado su uso en proyectos residenciales y comerciales que buscan una estética rústica y contemporánea a la vez. 

La madera quemada en fachadas se ha convertido en una opción sostenible y duradera, ya que el proceso de carbonización actúa como un tratamiento natural que prolonga la vida útil del material sin necesidad de productos químicos agresivos. Además, su acabado oscuro y texturizado aporta un carácter único a los edificios, diferenciándolos en un mercado cada vez más competitivo y orientado hacia la estética ecológica.

Alternativamente, existen productos que reproducen el aspecto de la madera quemada mediante técnicas de impresión, laminados o recubrimientos especiales. Estos materiales ofrecen ventajas en términos de facilidad de instalación, mantenimiento y uniformidad en el acabado, permitiendo a los arquitectos y constructores incorporar la estética de la madera quemada sin los desafíos asociados a su tratamiento tradicional. 

La innovación en recubrimientos y laminados ha permitido que las imitaciones de madera quemada sean cada vez más realistas, con texturas y tonalidades que imitan a la perfección el acabado carbonizado. Esto facilita su integración en proyectos de arquitectura moderna, donde se busca un aspecto rústico, pero con la ventaja de una mayor versatilidad y menor impacto en el mantenimiento. 

La tendencia de utilizar madera quemada o sus imitaciones en fachadas responde a una creciente demanda por soluciones que combinen estética natural, sostenibilidad y bajo mantenimiento. Los edificios con estas fachadas transmiten una sensación de calidez y autenticidad, además de alinearse con las tendencias de diseño que valoran la integración con la naturaleza y el respeto por el medio ambiente, a la vez que, ofrecen una excelente resistencia a las condiciones climáticas adversas, siempre que se utilicen materiales adecuados y se apliquen las técnicas correctas. Finalmente, la elección entre madera real quemada o sus reproducciones dependerá de factores como el presupuesto, la durabilidad requerida y las preferencias estéticas del proyecto. 

La creciente conciencia ecológica alimenta el crecimiento de la demanda de estos acabados en fachada, ya que muchas de estas soluciones en madera utilizan materiales reciclados o producidos con procesos que minimizan la huella de carbono. La posibilidad de replicar la estética de la madera quemada con materiales alternativos contribuye a reducir la tala de árboles y promueve prácticas constructivas más responsables con el medio ambiente. 

La versatilidad de estos tratamientos para la madera permite su aplicación en diferentes tipos de cerramientos y fachadas, desde revestimientos exteriores hasta elementos decorativos internos. La variedad de opciones en acabados y texturas facilita su adaptación a distintos estilos arquitectónicos, desde lo más minimalista hasta lo más rústico o industrial. 

Colaboración: AMEVEC

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Artículo publicado en
Edición 47
ElCerramiento-47-PORTADA

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