La demanda de agua es motivo de titulares de noticias en todos los periódicos de la república y fuente de preocupación en todo el mundo. Ciudades como Guadalajara, Monterrey o México D, F, padecen los efectos de la escasez de agua mientras otras van camino a sufrir las consecuencias en no demasiado tiempo. Aunque son muchos los recursos hidráulicos que aportan una gran cantidad de agua de lluvia a nuestros ríos y lagos repartidos por todo el territorio; el aumento constante en el consumo, el deficiente aprovechamiento y la falta de estrategias de captación de aguas de lluvia nos garantizan que la tensión hídrica irá irremediablemente en aumento.
Desgraciadamente aun cuando ya estamos sufriendo los efectos de la escasez y somos cada día más conscientes de que los periodos de seguía se han venido alargando al igual que las lluvias torrenciales por efectos del cambio climático, aún estamos lejos de adoptar medidas eficientes en nuestro modo de vida, así como, de diseñar una política pública que nos permita mejorar el aprovechamiento de nuestros recursos hídricos. Es este un problema que aún no alcanzamos a dimensionar en su justa medida que debe ser objeto de preocupación y respuesta inmediata si no queremos atender la carestía cuando ya sea agobiante.
Afortunadamente el sector de la construcción influenciado por un entorno que impulsa el desarrollo sustentable ha venido dando a conocer diferentes estándares que partiendo de la arquitectura bioclimática buscan integrar estrategias para la captación y aprovechamiento del agua como un punto fundamental para la sostenibilidad de la edificación. Para cumplir con estos objetivos se hace necesario contar en los proyectos con un cálculo hidrológico que nos permita conocer el comportamiento del agua de lluvia en nuestra región y determinar el volumen de agua de lluvia que puede ser aprovechado adoptando las medidas necesarias de captación, almacenamiento y depuración.
Siendo indispensable que todos los proyectos de edificación, urbanización e industriales cuenten con medidas para un adecuado uso y aprovechamiento del agua por reglamentación, también existe un área de oportunidad en la creación de planes que contemplen la adaptación de estos sistemas para construcciones ya existentes. Fruto de esta preocupación el estado de Jalisco ha puesto en marcha su programa Nidos de Lluvia.
El programa Nidos de Lluvia se enfoca en colonias con altos grados de marginación que se han visto afectadas por la sequía de la presa Calderón, donde alrededor de 300 mil habitantes no tienen cómo almacenar agua de manera eficiente y, que históricamente, han tenido deficiencias en la infraestructura urbana. Para su implementación, se aprovecha la arquitectura tradicional de la zona que favorece la captación natural de agua pluvial por el diseño plano de las cubiertas de las viviendas. Con ello se facilita la canalización del agua hacia un sistema de almacenaje que incluye en su diseño los elementos necesarios para limpiar el líquido y crear pasivamente una fuente de abastecimiento de muy buena calidad.
El gobierno apoyó económicamente este proyecto facilitando recursos públicos para la entrega e instalación del sistema de captación y almacenamiento, además de, extender sus beneficios a 15 escueles públicas del área metropolitana en un programa piloto que beneficiará a más de 6 mil alumnos de planteles que han sufrido escasez históricamente. Con esta iniciativa cada año se captarán 4 millones 391 mil litros de agua.
Colaboración: Amevec