En los últimos años, el tratamiento de la madera ha experimentado importantes innovaciones tecnológicas que han cambiado la manera en que este material se emplea en la arquitectura exterior. Estos avances han mejorado su resistencia a factores como la humedad, los rayos UV, los insectos y los hongos, lo cual ha incrementado significativamente su durabilidad y reducido los costos de mantenimiento.

Uno de los desarrollos más destacados ha sido la termotratación, un proceso que consiste en someter la madera a altas temperaturas en ausencia de oxígeno. Este método modifica la estructura química de la madera, disminuyendo su capacidad de absorber humedad y mejorando su estabilidad dimensional, haciéndola ideal para aplicaciones exteriores. Además del tratamiento térmico, también se han perfeccionado los métodos de impregnación con resinas y aceites naturales. Estos tratamientos no solo protegen la madera, sino que también conservan su aspecto estético natural, lo cual es muy valorado en el diseño arquitectónico contemporáneo.

Otros avances significativos en el tratamiento de la madera
- El uso de productos hidrorrepelentes, barnices ecológicos y selladores biodegradables ha ganado protagonismo dentro del enfoque de construcción sustentable. Estos productos permiten proteger la madera sin recurrir a químicos agresivos que afecten al medio ambiente o a la salud de las personas.
- La incorporación de nanotecnología en tratamientos superficiales ha permitido el desarrollo de recubrimientos con capacidades autolimpiantes o resistentes a la abrasión, prolongando la vida útil de las estructuras de madera expuestas a condiciones climáticas extremas.
Todos estos tratamientos evolucionados han generado una nueva confianza en la madera como material exterior, fomentando su uso en elementos arquitectónicos como ventanas, fachadas ventiladas, pérgolas, celosías, revestimientos y aleros. Además, su versatilidad estética contribuye a proyectos más cálidos y naturales, en armonía con el entorno.

La demanda de ventanas y fachadas ventiladas de madera crece por sus capacidades naturales y de diseño que ayudan a regular la temperatura interna de los edificios, reduciendo la necesidad de climatización artificial.
En el ámbito del fachadismo, la madera tratada se ha convertido en un elemento distintivo de diseño, ya que ofrece una combinación única entre belleza natural, funcionalidad y bajo impacto ambiental. Arquitectos y diseñadores han encontrado en ella una aliada para expresar identidad y sostenibilidad en sus proyectos.
La demanda de ventanas y productos de fachada en madera ha crecido especialmente en regiones urbanas donde se promueve la eficiencia energética. Asimismo, la madera se integra fácilmente con otros materiales como el vidrio, el acero y el concreto, lo que permite composiciones arquitectónicas modernas y equilibradas. Esta adaptabilidad también ha impulsado su uso en renovaciones de edificios existentes, donde la estética y la eficiencia energética son prioridades.
Desde la perspectiva de la construcción sustentable, la madera representa un recurso renovable con baja huella de carbono. Cuando se proviene de fuentes certificadas y se trata adecuadamente, puede competir ventajosamente frente a materiales convencionales más contaminantes.

La certificación FSC (Forest Stewardship Council) y otros sistemas de trazabilidad han facilitado el acceso a madera de origen responsable. Esto ha incentivado a los consumidores y constructores a elegir opciones más conscientes, alineadas con los objetivos de sostenibilidad global. Además, los avances en técnicas de ensamblaje y modularidad han simplificado la instalación de elementos de madera tratada en exteriores, reduciendo los tiempos de obra y generando menor cantidad de residuos durante el proceso constructivo.
En proyectos residenciales y comerciales, se observa una clara preferencia por fachadas, puertas y ventanas que utilicen madera no solo por sus propiedades técnicas, sino también por la percepción de confort, calidez y cercanía con la naturaleza que transmite este material. El diseño biofílico, que busca integrar la naturaleza en los espacios construidos, ha encontrado en la madera un recurso fundamental. Su tratamiento para exteriores permite mantener esta conexión en entornos urbanos, sin comprometer la durabilidad o funcionalidad.
Colaboración: AMEVEC