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Resiliencia en el vidrio: el papel crucial del diseño frente al impacto del viento

Los huracanes son tormentas de gran intensidad que registran vientos sostenidos desde 119 km/h hasta más de 250 km/h; estos vientos generan ciclos de cambio de presión muy intensos y levantan objetos que impactan contra las construcciones.

Año tras año, los huracanes azotan el continente americano, cobrándose decenas de vidas y provocando impactos sociales y económicos. En la actualidad, los huracanes se están fortaleciendo más rápidamente que antes en su avance desde el mar hacia la tierra firme. Además, cada vez más personas viven en zonas propensas a recibir un huracán, lo que puede hacer que sus consecuencias sean mucho más graves.

A nivel mundial, la temperatura media de la superficie oceánica ha aumentado al menos 1ºC desde finales del siglo XIX. Por cada grado centígrado que aumenta la temperatura de la superficie del mar, se produce un aumento del 7% en las precipitaciones cercanas a un huracán. 

Recientemente, la ONU ha declarado alerta roja porque el año 2023 fue el año más cálido registrado, con una temperatura media global cercana a la superficie de 1,45°C por encima de los niveles preindustriales. 

Muchos científicos coinciden en que el aumento de la temperatura del mar debido al cambio climático está motivando la formación de huracanes y tormentas tropicales cada vez más poderosos. El número de ciclones tropicales que pasan de una categoría 3 ha aumentado a nivel mundial durante las últimas cuatro décadas, y el porcentaje de huracanes de categorías 4 y 5 y vientos superiores a 250 kilómetros por hora “probablemente aumentará según aumenten las temperaturas”.

Además, año tras año los huracanes se intensifican más rápidamente, es decir, aumentan su velocidad en aproximadamente 55 kilómetros por hora en períodos de tiempo inferiores a 24 horas. Un ejemplo reciente es el huracán Otis, que se intensificó de una tormenta tropical con vientos de 65 mph a un huracán de 165 mph en un período de 24 horas.

En el campo de la construcción, es fundamental diseñar las ventanas y fachadas de vidrio como un sistema que, además de cumplir con un rendimiento energético y de confort determinado, debe brindar propiedades de seguridad a los usuarios. Esto implica soluciones de vidrio laminado de alto rendimiento con cancelería especialmente diseñada para este propósito.

El objetivo es garantizar que la envolvente del edificio sufra el menor daño posible durante un huracán, minimizando así los efectos dañinos en el interior del edificio y reduciendo la magnitud de la presurización interna. Para lograrlo, se requiere una metodología de cálculo que permita diseñar un sistema vidriado capaz de soportar las presiones del viento, así como los impactos de objetos de diversos tamaños.

En cuanto a la resistencia mecánica, la variable más determinante en el vidrio es la acción del viento sobre él. Actualmente, es posible trabajar con la metodología del Manual de Diseño por Viento de CFE, que, aunque no es reglamentario, se utiliza como una buena práctica. 

Este manual describe los pasos de cálculo para determinar la velocidad de diseño y las presiones debidas al viento. Una vez obtenida la carga de presión en los elementos del edificio, se pueden calcular los espesores de los vidrios. Uno de los métodos de cálculo más comunes es a través de la fórmula de Timoshenko.

Vidrio laminado

El vidrio laminado consiste en dos láminas de vidrio unidas por una capa intermedia de polímero, siendo el PVB (Polivinil Butiral) el tipo de capa intermedia más común para aplicaciones arquitectónicas. 

Esta configuración se considera vidrio de seguridad, ya que, en caso de rotura, los fragmentos del vidrio tienden a adherirse a la capa intermedia, lo que ayuda a evitar lesiones, la entrada de agua, aire y otros objetos en el edificio. 

Los niveles de seguridad proporcionados por el vidrio laminado dependen del grosor del vidrio y de las capas intermedias, y se rigen por métodos de prueba e impacto dictados por normas específicas.

Finalmente, debido a la importancia del conocimiento de este tipo de soluciones y su aplicación en el mercado, Saint Gobain ha desarrollado una guía para conocer la configuración de vidrio laminado según cada categoría de edificio, altura del cerramiento, zona de viento y dimensiones de los vanosSe invita a consultar esta guía directamente con el equipo de Especificación Técnica de Proyectos de Saint Gobain Glass México.

Colaboración: Saint Gobain Glass México

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Artículo publicado en
Edición 44
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Contenido de esta edición

Editorial - Lanzamiento de Amevec Glass 2026
Procesos del vidrio arquitectónico
Proyecto de norma para cerramientos vidriados en zonas de huracanes y tormentas tropicales
Desempeño del vidrio instalado en una ventana
Línea Vision: calidad y elegancia
Diseño paramétrico
Vidrio estructural, un desafío para el diseño arquitectónico 
El vidrio fotovoltaico: ¿La energía del futuro?
Economía circular del vidrio
Vidrios auto-limpiables