Un muro cortina o curtain wall es un sistema de fachada ligera generalmente concebida en aluminio, cuyo esqueleto autoportante se construye de forma continua y yuxtapuesta a la estructura del edificio para crear una envolvente. Se compone esencialmente de montantes (verticales), travesaños (horizontales) y elementos de vidrio u otros materiales que se integran para dar rigidez al conjunto además de proporcionarle características diversas propias de la naturaleza del revestimiento empleado.
Los muros cortina están diseñados para resistir la fuerza del viento, así como su propio peso, y transmitirla a los forjados a través de puntos de anclaje y apoyos auxiliares. Generalmente los muros cortina se construyen mediante la repetición de un elemento prefabricado modulado, siendo el vidrio el elemento por excelencia que más aportaciones ha traído al desarrollo y evolución de estas fachadas.
Estos sistemas preensamblados ofrecen amplios beneficios al optimizar los tiempos de fabricación y contar con métodos de producción considerablemente más simples. Los arquitectos tienen la posibilidad de crear espacios cada día más transparente gracias a la constante evolución de estos sistemas hacia módulos más amplios que permiten la integración de vidrios más gruesos y funcionales para proporcionar una mayor transparencia. La modulación de la fachada proporciona grandes ventajas en la construcción de edificios de gran altura. Los elementos pueden construirse completamente en el taller, incluyendo juntas, paneles de vidrio y algunos de los anclajes. En obra el montaje de la fachada se limita a la colocación de los módulos en su lugar utilizando los anclajes colocados previamente. Esta técnica reduce significativamente el tiempo de instalación de la fachada.
Demandas energéticas para los nuevos proyectos de fachadas de vidrio
Las fachadas moduladas convencionales instaladas con vidrios monolíticos actúan en los edificios como un conductor natural que permite la transmitancia térmica con el exterior causando enormes pérdidas o ganancias energéticas que se traducen en un aumento de los consumos de energía para climatizar los espacios. Si consideramos que el costo de la energía es y será siempre una variable de crecimiento constante y que los costos para enfriar los espacios son en un 30% superiores a los requeridos para calentarlos entenderemos el impulso que ha alcanzado el sector para el desarrollo de nuevas ingenierías y vidrios más eficientes que amplíen las posibilidades creativas a diseñadores y arquitectos en el diseño de los edificios modernos. Existen una gran variedad de vidrios para la integración en este tipo de envolventes. Dadas las nuevas tecnologías de fabricación del vidrio podemos encontrar productos de alta resistencia, buen nivel acústico, control solar y aislamiento térmico que permiten confeccionar módulos de grandes dimensiones.
Nuevas ingeniarías de aluminio diseñadas con sistemas RPT
Las diferentes conductividades térmicas y/o acústicas que resultan de la integración de vidrio y aluminio generan un puente térmico como resultado de la unión o contacto de los materiales. Este fenómeno tiene como efecto una discontinuidad en la capa aislante de la envolvente que puede producir pérdidas o ganancias térmicas o acústicas al interior del edificio. Para disminuir estas alteraciones el sector del aluminio ha desarrollado nuevas ingenieras en el diseño de los perfiles que permiten aislar totalmente su cara interna y externa con la instalación de un perfil intermedio de poliamida que genera una rotura de puente térmico. La poliamida tiene un bajo coeficiente de transmisión térmica cercano a 0,23W/Km y mantiene una levada resistencia al calor (desde -40 ºC hasta +220 ºC). Su coeficiente de dilatación es similar al aluminio y ofrece una excelente resistencia química dotando a los perfiles de aluminio de unas condiciones mecánicas excepcionales.
La elección del vidrio como factor determinante térmico
El vidrio por ser el elemento que más superficie ocupa, aporta la mayor carga térmica en un muro cortina. A diferencia de otros materiales, dota al cerramiento de transparencia, entrada de luz natural, vitamina, energía y se relaciona directamente con un edificio sano. Instalando vidrios eficientes en nuestros proyectos no sólo reducimos emisiones de CO2 y construimos edificios sostenibles, sino que mejoramos la salud de las personas que habitan en ellos reduciendo el costo de climatización de los espacios.
El vidrio de control solar incorpora una capa de espesor microscópico que refleja el calor del sol hacia el exterior. Esto ayuda a evitar el sobrecalentamiento de los espacios y reduce el deslumbramiento por efecto de la luz solar directa. Hoy en día en México, podemos encontrar una considerable variedad de vidrios de control solar o de alto desempeño térmico, ya sea a base de diferentes espesores o integrado en dobles acristalamientos con cámaras intermedias potenciadas con algún gas noble. La instalación de películas de control solar adheridas al vidrio puede también potenciar el efecto beneficioso que nos ha traído el desarrollo de nuevas tecnologías.
Integración de ventanas en muros cortina
La integración de ventanas dentro del diseño de los muros cortina de vidrio pueden generar la ruptura de los planos de fachada. Para evitar este efecto cuando las ventanas están abiertas se han desarrollado sistemas de apertura en paralelo. Con estos sistemas las ventanas pueden abrirse sin esfuerzo y paralelamente al plano de fachada, permitiendo la ventilación natural de los espacios de oficina sin romper las líneas visuales del muro cortina. La apertura de las ventanas puede operarse de forma manual o automática integrándose a sistemas de control inteligentes.
Con la creciente preocupación por la conservación de la energía sostenible y el conocimiento asociado de la huella de carbono del hombre, arquitectos e inversores están considerando, cada vez más, las poderosas cualidades del control climático sostenible que proporcionan los muros cortina.
Colaboración: Amevec