La pasada pandemia impulsó una nueva tendencia hacia la arquitectura sostenible que despierta el interés hacia lo natural y se enfoca en conectar los hogares con la naturaleza e integrar más espacios en nuestras viviendas que puedan ampliar las opciones de ocio al aire libre. Una actitud consciente y amigable hacia nuestro entorno natural que forma parte de una propuesta alineada con las directrices de diseño bioclimáticas y de reducción de la demanda energética en casas y edificios que seguirá siendo una fuerte tendencia para este 2023.
El mundo del fachadismo se incorpora con fuerza a esta demanda de la mano de una amplia oferta de sistemas para el control térmico de los edificios que conocemos como fachadas ventiladas. Estructuras que funcionan como una segunda piel que envuelve los muros exteriores permitiendo la regulación pasiva de la temperatura de los edificios.
Un abanico de soluciones arquitectónicas técnicas que proponen como recubrimiento exterior un universo de materiales naturales o alternativos que nos brindan una apariencia similar, alta eficiencia y un bajo costo de mantenimiento. Ingenierías fácilmente adaptables a cualquier proyecto que pueden influir considerablemente en el ahorro energético y el aislamiento de la construcción; principios que pueden ver potenciados sus resultados con la integración de otros materiales con propiedades térmicas adecuadas evitando los puentes térmicos para garantizar el aislamiento total de la envolvente.
Este tipo de fachadas resultan adecuadas para nuevos proyectos residenciales y remodelaciones que busquen alcanzar la sustentabilidad ya que ofrecen innumerables ventajas técnicas respecto a los acabados tradicionales y no requieren de grandes esfuerzos para su instalación y mantenimiento.
Para su diseño será fundamental analizar además de la incidencia solar a la que se verán expuestas, el aire/viento, la sombra y el clima para garantizar su desempeño en relación a la demanda de confort térmico; y su plasticidad a los requerimientos estéticos del proyecto. Para ello, existe una amplia oferta de recubrimientos adaptados a estos sistemas que pasan por los tradicionales, como son la piedra o la madera, así como, otros materiales y acabados entre los que encontraremos elementos fenólicos, porcelanatos o propuestas metálicas altamente funcionales y atractivas entre otras. Pieles evolucionadas altamente propositivas en sus formatos y diseños que emplean tecnologías y avances científicos de vanguardia para mejorar la calidad de vida en nuestros hogares.
Jugar con diversas texturas, formas y colores también es parte innovadora en esta tendencia arquitectónica de fachadas. Es por ello que con frecuencia se mezclan materiales y los acabados se combinan como una opción más de diseño. Así, por ejemplo, podremos ver un acabado mate, junto a uno brillante.
Las fachadas ventiladas inspiradas en la naturaleza este año 2023 serán una opción que no podrán dejar de lado aquellos constructores y arquitectos que buscan inspiración con resultados perceptibles de calidad de vida, ahorro de energía y confort térmico en la vida cotidiana de sus clientes.
Colaboración: AMEVEC